LA HORA DEL CUENTO
Ha llegado el momento de llevar a la práctica cosas que hemos aprendido, ha llegado ¡La hora del cuento!
El pasado 20 de Abril realizamos en clase esta actividad; consistía en elegir una de las técnicas que habíamos aprendido y llevarla a cabo.
Las técnicas a escoger eran: cuentacuentos, narración con libro o lectura.
Para realizar la actividad nos dividimos en grupos de tres personas y mediante la técnica que cada uno de nosotros habíamos elegido, teníamos que realizar la "exposición" del cuento que cada uno había llevado, adaptado o inventado.
Yo concretamente, elegí la técnica de narración con libro, la cual consiste en narrar el cuento a través de las imágenes y no leyéndolo.
Esta técnica es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos...
Como ya hemos dicho, la principal característica de esta técnica es el contarlo sin leerlo con el apoyo de las imágenes, por lo que se utiliza en los niños un razonamiento icónico porque se ven las imágenes y se señalan.
Esta técnica es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos...
Como ya hemos dicho, la principal característica de esta técnica es el contarlo sin leerlo con el apoyo de las imágenes, por lo que se utiliza en los niños un razonamiento icónico porque se ven las imágenes y se señalan.
Me decanté por esta elección ya que es una de las técnicas más utilizadas actualmente. Los niños de hoy en día están constantemente en contacto con aparatos electrónicos llenos de imágenes, y al estar acostumbrados a eso, cuando les cuentan un cuento les gusta ver las imágenes.
El libro que utilicé fue "Los Cerditos Van a la Playa", y lo narré en tres grupos diferentes.
Debido al contenido del texto (frases cortas y sencillas), a las imágenes, al formato de libro, un libro fácil de manejar, esta actividad sería la adecuada para niños de dos a tres años de edad.
Debido al contenido del texto (frases cortas y sencillas), a las imágenes, al formato de libro, un libro fácil de manejar, esta actividad sería la adecuada para niños de dos a tres años de edad.
Primeramente os voy a contar como me preparé la actividad, ya que esto se aprende a través de la experiencia.
Para preparar la narración, primeramente leí el cuento una vez ya que era fácil de leer y entender debido a su corta extensión.
Al principio lo narraba sola en voz alta frente a la pared, imaginándome que tenía a una clase de niños de educación infantil delante mía, después, pensando que mis compañeras de clase no tenían 4 y 5 años, decidí narrárselo un adulto, por lo que elegí a mi hermana y a mi abuela.
También me preparé algunas preguntas para hacer de introducción y durante la narración:
- ¿Os gusta ir a la playa?
- ¿Con quién vais a la playa?
- ¿Qué preparamos para irnos a la playa?
- ¿A qué jugamos en la playa?
- y cuándo ya tenemos que irnos, ¿Ayudamos a recoger?
Tras esto, ya si que sí, os voy a contar como fue mi experiencia en clase con mis compañeros:
En el primer grupo, tras narrar mi cuento, me dijeron que tenía que tener cuidado con las páginas ya que hubo un momento que estaba contando algo que estaba en la página siguiente y se me había olvidado pasar de página, también me dijeron que tuve buena entonación y ritmo y que lo tenía bien aprendido pues no dudaba de lo que contaba en ningún momento.
En el segundo grupo en el que estuve, me dijeron que tenía que tener más seguridad en mi misma, así como, disfrutar del cuento recreándome más en él e inventando más la historia. Y, coincidiendo con el primer grupo, me dijeron que tenía buen ritmo.
Finalmente, el tercer grupo solo me dijo que me hacía falta más expresión mímica a la hora de estar narrando el cuento.
Todo lo que me fueron diciendo los grupos, lo fui añadiendo a la narración o manteniendo lo que resaltaban que hacía bien.
Creo que esta actividad nos ha ayudado mucho en general y a mi, en particular, para trabajar la entonación, el ritmo, el volumen, la expresividad, las pausas, la interacción y sobre todo, que la narración fuese despacio, clara y vocalizando.
Desde mi punto de vista y por las críticas que recibí creo que lo hice bien, aunque todo es mejorable, pero también soy consciente de que tengo que practicar más, ya que me puse nerviosa al principio y la práctica lleva a la perfección.
He de reconocer, que en el primer grupo en el que estuve, al tener más confianza, me costó menos, tuve menos nervios y pude ser "yo", cosa, que, en los otros grupos, al tener menos confianza, y tener vergüenza, me costó más llevarlo a cabo.
Si esta actividad la hubiera tenido que realizar en la realidad, es decir, delante de una clase con niños de Educación Infantil, les hubiera colocado en la zona de la asamblea, sentados en el suelo y hubiéramos hablado sobre el libro introduciendo las preguntas pertinentes antes de comenzar a narrar. Si me hubiera encontrado ante esta situación probablemente hubiera estado menos nerviosa y los comentarios de mis compañeras respecto a lo que tenía que mejorar, no hubieran estado, pues hubiese estado más tranquila y más expresiva ya que ante los niños, en mi caso, no existe la vergüenza.
Con respecto al taller de mis compañeras, a las que yo escuché, creo que realizaron un gran trabajo, cada una independientemente de su técnica utilizada, supieron mantener mi atención y mi interés, fueron buenos textos y los prepararon con muchas ganas.
He de destacar el cuento que nos contó Laura que era totalmente desconocido para mí, pero que me gustó mucho, hasta el punto de llegar a emocionarme.
BIBLIOGRAFÍA
Apuntes de clase.